Asentado sobre una pequeña loma rocosa a 540 metros de altitud sobre el nivel del mar, el castillo de Petrer domina una población que asentada en su ladera sur, ha ido progresivamente extendiendo su dispersión hacia el valle. Situado al Noroeste del llamado Valle de Elda, por su altitud domina gran parte del Medio Vinalopó, visualizando los castillos de Sax, Elda, Monóvar y La Mola (Novelda), controlando desde época antigua la vía natural de comunicación del litoral alicantino hacia la meseta.
Construido en época musulmana (s. XII), adaptándose a la orografía del terreno y remodelado posteriormente (ss. XIV y XV), consta de dos recintos: la explanada y la alcazaba.
El primero conserva un lienzo de muralla de tapial con un cubo central que delimita un espacio interior donde las excavaciones arqueológicas documentaron viviendas de cronología medieval.
La alcazaba corona el cerro. Consta de un espacio amurallado de planta poligonal con ocho lados, en mampostería y sillería. Su acceso principal está elevado sobre el nivel del suelo y defendido por un balcón amatacanado. Tras una larga restauración (1974-1983) fue declarado Monumento Histórico-Artístico.
Asentado sobre una pequeña loma rocosa a 540 metros de altitud sobre el nivel del mar, el castillo de Petrer domina una población que asentada en su ladera sur, ha ido progresivamente extendiendo su dispersión hacia el valle. Situado al Noroeste del llamado Valle de Elda, por su altitud domina gran parte del Medio Vinalopó, visualizando los castillos de Sax, Elda, Monóvar y La Mola (Novelda), controlando desde época antigua la vía natural de comunicación del litoral alicantino hacia la meseta.
Construido en época musulmana (s. XII), adaptándose a la orografía del terreno y remodelado posteriormente (ss. XIV y XV), consta de dos recintos: la explanada y la alcazaba.
El primero conserva un lienzo de muralla de tapial con un cubo central que delimita un espacio interior donde las excavaciones arqueológicas documentaron viviendas de cronología medieval.
La alcazaba corona el cerro. Consta de un espacio amurallado de planta poligonal con ocho lados, en mampostería y sillería. Su acceso principal está elevado sobre el nivel del suelo y defendido por un balcón amatacanado. Tras una larga restauración (1974-1983) fue declarado Monumento Histórico-Artístico.