Coincidiendo con la celebración del tercer aniversario de la reapertura del museo en las nuevas instalaciones de la calle La Font, le damos la bienvenida al popular filtro “Sinaí” como nueva pieza etnológica del museo. Es la cuarta pieza que protagoniza la vitrina de donaciones situada junto a la salida del museo, tras la moneda romana del emperador Augusto donada por Salvador Poveda, un silbato andalusí encontrado por la familia Miralles Bravo en la rambla de Puça, y un trabuco de las fiestas de moros y cristianos donado por Antonio Navarro.
Esta nueva incorporación a la colección etnológica del Dámaso Navarro ha sido posible gracias a la donación de las familias García López y Espinosa López. Según ha explicado esta mañana María Ángeles, nieta de Manuel López Gil, su abuelo compró el filtro de agua a mediados del siglo pasado y fue utilizado en casa hasta principios del siglo XXI. María Ángeles que, además, es guía del museo y el castillo, acordó con su familia donar al Ayuntamiento de Petrer esta pieza de gran atractivo decorativo para su exhibición y conservación en el museo.
La pieza tiene un gran valor dentro de su contexto histórico y etnológico. Desde finales del siglo XIX hay una corriente higienista que quería evitar las epidemias y las enfermedades bacteriológicas. Así, se pusieron de moda los balnearios y las propiedades minerales de las aguas. El filtro “Sinaí” fue inventado en 1926 por el químico y biólogo valenciano Conrado Granell, quien tenía en mente poder transportar esas aguas minero-medicinales propias de los balnearios a los hogares. Por lo que ideó un sofisticado sistema para filtrar el agua y dotarla de dichas características. La fábrica de Manises de Vicent Montaner realizó estas piezas desde los años cuarenta, con motivos decorativos de paisajes y arquitecturas semejantes a las de las cerámicas de Talavera.